El camino a la reconstrucción. Más allá de las PASO

El profesor e investigador del Área Estado y Políticas Públicas de la FLACSO Argentina, Arturo Laguado Duca, analiza el escenario post PASO y los desafíos que enfrenta el gobierno nacional.
Publicado en octubre, 2021.
Sitio web del Área EyPP, Sección Papeles de coyuntura.

Los diagnósticos sobre la derrota electoral del Frente de Todos en las PASO de septiembre pasado son muchos y variados. Sin duda la pérdida de votos en todos los estratos sociales tiene causas objetivas y subjetivas ya mencionadas por los analistas. Entre las primeras están la inflación con su correlato de carestía, pobreza y desigualdad -todos ellos fenómenos que no se le perdonan a un gobierno peronista-, entre las segundas, una sensación de lentitud y falta de vocación transformadora que, sumadas a inexplicables errores de campaña, podría hacer dudar de la voluntad de poder del gobierno.

La carta de Cristina Fernández de Kirchner sacudió la relativa inmovilidad del oficialismo ante el resultado de las elecciones, ocasionando el reemplazo de funcionarios que, por diferentes motivos, se destacaban por la pasividad en la gestión. Los ministros entrantes, de la mano del nuevo Jefe de Gabinete, Juan Manzur, se caracterizan por un profundo conocimiento del sector -incluso muchos de ellos ya habían desempeñado el cargo- y por tener volumen político propio. En otras palabras, un acumulado en gestión y en prestigio político que no es probable que quieran derrochar en la inacción. Así, de la misma manera en que Manzur institucionalizó las reuniones de gabinete, Domínguez estableció diálogos con el sector rural para limitar la exportación de carne vacuna en función del precio interno[1] y Feletti se tomó en serio el problema de la inflación[2] y en lugar de resignarse ante la nueva escalada alcista, estableció un acuerdo con empresarios para el congelamiento de precios de 1650 productos, amenazando con aplicar la ley de abastecimiento[3] de no frenarse la suba. También otros organismos que transitaban cómodamente la crisis del país -como la AFIP- parecen haber reaccionado y, en acuerdo con el nuevo ministro de Ciencia y Tecnología, prometen iniciar procesos de fiscalización satelital de la actividad agropecuaria[4].

Sin duda, la renovación ministerial dio un nuevo impulso al gobierno que, ahora, puede mostrar eficiencia en la gestión. Una batería de medidas busca reforzar esta imagen: entre otras, se destaca el plan quinquenal de construcción de viviendas, impulso a la obra pública y, tal lo expresó en el cierre del coloquio de IDEA el presidente Fernández, la transformación de los planes sociales en trabajo genuino[5].

Paralelamente, prácticamente superadas las restricciones impuestas por la pandemia, aunque desigual, se espera un fuerte rebrote de la economía, sobre todo si se logra un acuerdo no demasiado desfavorable con el FMI: son indicadores de esta tendencia la recuperación del consumo en supermercados a niveles de septiembre de 2019 en las ventas mayoristas, mientras la industria muestra tendencia al crecimiento delectable en el uso del de más del 66% de la capacidad instalada, superando el tamaño de 2018[6].  El inmenso éxodo turístico del fin de semana largo del 8 de octubre, pareciera ser una confirmación impresionista de esta recuperación del consumo.

Pese a lo anterior, ninguna encuesta pronostica que el oficialismo pueda revertir los malos resultados de septiembre en las generales de noviembre, aunque, sin duda, una campaña mejor organizada permitirá recuperar parte de los votos perdidos. Ciertamente las encuestas distan mucho de ser un faro confiable, pero su capacidad predictiva se fortalece cuando no es visible un cambio marcado en el humor social, según afirman quienes transitan los territorios.

En otras palabras, si bien la recuperación de la economía es una tendencia que producirá resultados en el mediano plazo, objetivamente, la pobreza se mantiene -sumada al incremento de la desigualdad- y la incipiente recuperación económica no ha impactado aún en las clases medio-bajas y populares.

A estas condiciones objetivas se suman las subjetivas: durante un año y medio el discurso político quedó reducido a justificar las tareas de cuidado de la población donde el presidente asumió una posición maternalista sobre todos los ciudadanos. Finalizada la pandemia -como hecho social, no como fenómeno sanitario- el presidente quedó discursivamente huérfano luego de haber sido desafiado de manera persistente e inmisericorde por los grupos económicos y la oposición política.

Más allá de las generales de noviembre

Independientemente de los resultados que arrojen las elecciones legislativas de noviembre, el gobierno debe enfrentar paralelamente la campaña sin perder de vista el proyecto que el Frente de Todos tendrá que refrendar en 2023. Es bueno recordar que, en caso de confirmarse, la derrota en las elecciones de mitad de término es un fenómeno con el cual ya tuvo que lidiar el peronismo durante los dos gobiernos de CFK. En ambos casos -incluso bajo la alianza de la oposición conocida como Grupo A– la entonces presidenta no pospuso la agenda transformadora y redistributiva que caracterizó a su gobierno a pesar de la minoría parlamentaria.

Ante los resultados de las PASO, el presidente Fernández, además de la mencionada renovación del gabinete, impulsó dos estrategias principales en el corto plazo: 1) mejora de ingresos por distintos mecanismos: paritarias, reducción de impuesto a las ganancias, incremento del monto de jubilaciones y de la asistencia social; 2) intensificación del espíritu dialoguista con sectores económicos y políticos. En ambos casos encontró obstáculos poderosos.

Ingresos e inflación

La voluntad del Ejecutivo de activar el consumo interno ‘poniendo plata en la calle’ rápidamente chocó con el incremento del precio de los alimentos. Si las mediciones del IPC presentadas por el INDEC en septiembre habían dado un leve descenso por debajo de la barrera del 3% -logrando quebrar la curva alcista- en octubre se produjo un marcado repunte en los precios que alcanzó el 3.5%. De esta forma, la política de ingresos terminó nutriendo, nuevamente, a los formadores de precios y castigando con particular dureza a trabajadores informales y cuentapropistas.

Este movimiento de los precios es difícil de entender apelando a las tradicionales explicaciones que remiten al precio del dólar (que apenas subió encima del 1%[7]), de la presión de la demanda agregada cuando la pobreza oscila en el 40%, o del precio de la energía, notoriamente menor al del resto de los precios básicos de la economía. La explicación cae, nuevamente, en la puja redistributiva que, en lenguaje más coloquial, significa la maximización de ganancias ante un gobierno que se muestra débil. De esta forma, los formadores de precios juegan su partido también en el tablero político, aportando al debilitamiento del gobierno en un período preelectoral[8].

Esto lo entendió el Secretario de Comercio Interior cuando se reunió con los representantes de los mercados más concentrados[9] -alimentos, bebidas, medicamentos- para congelar el precio de los productos hasta enero próximo, incorporando una novedad en la negociación: si no hay acuerdo se aplicará la ley de abastecimiento. El rechazo de sectores del empresariado fue marcado pero el temor a las medidas unilaterales forzó el diálogo. Aunque los resultados son aun inciertos, el Secretario Feletti introdujo en la negociación un instrumento que el gobierno había olvidado: la capacidad disciplinadora del Estado.

Dialogar con quién

De cara a la campaña, pero también hacia el 2023, el presidente Fernández ha mantenido su perfil dialoguista. En esta lógica se reunió con los dueños de las principales empresas nacionales – Eurnekian, Bulgheroni, Mindlin, De Narváez y Brito, etc.- en la Casa Rosada[10] y cerró el coloquio de IDEA -espacio de reunión de los grandes empresarios- donde fue un poco más confrontativo al plantear la responsabilidad social de los industriales y la necesidad del congelamiento de precios. En ese foro también anunció el reemplazo de los planes sociales por ‘trabajo genuino[11]’. Este último punto fue el único que contó con el beneplácito del empresariado que, según cronistas, le dio una recepción gélida e insistió con sus tradicionales demandas de reducción de cargas sociales, flexibilización laboral y subsidios estatales para capacitar al personal[12]. El presidente no aprovechó ese espacio para recordar que los salarios de los trabajadores privados registrados cayeron en un 25% desde 2015, que las grandes empresas nacionales incrementaron sus ganancias en más del 200% durante la pandemia[13], ni que Argentina, siendo la 45ª economía del mundo, figura en el tercer lugar en la lista de países con más beneficiarios finales de estructuras offshore, según registran los Pandora Papers.

Para después de las elecciones de noviembre, el gobierno también se plantea un pacto con la oposición política que considere temas sensibles para el desarrollo como el manejo presente y futuro de la deuda, la agroindustria, hidrocarburos y minería, hidrógeno y litio, educación, lucha contra la pobreza y empleo, entre otros[14]. Como era de esperar, el sector más claramente destituyente de la oposición -Bulllrich, Cornejo, Negri, entre otros- salió rápidamente a rechazar cualquier diálogo con el oficialismo, mientras que Larreta aceptaba la idea, acotando que ese acuerdo debía construirse después de 2023 con el 70% de las fuerzas políticas. Brevemente, una Moncloa de la derecha argentina que dejara afuera al kirchnerismo[15].

En este marco, el afán dialoguista del gobierno se enfrenta a un empresariado que tiene como única agenda la reducción de los derechos de los trabajadores y a una oposición política que no acepta reconocer como interlocutores a los sectores del Frente de Todos que buscan una transformación democrática del país por más que, como dijera el ministro del interior, Wado De Pedro citando a CFK, sólo se trata de “volver a recrear una alianza entre el Capital y el Trabajo, aumentar el trabajo formal, generar expectativas de cara a la salida de la pandemia”[16].

Sin duda, la puesta en marcha del Consejo Económico y Social sería un potente instrumento para construir la alianza que mencionó el ministro del interior siempre que en ella no olvide la otra parte de la frase de la vicepresidenta, que no mencionó De Pedro: el Estado debe propender por esa alianza, pero protegiendo a los trabajadores.

Tareas pendientes

Con una oposición que cada vez escora más hacia la derecha, haciendo del obstruccionismo su principal discurso de campaña y un empresariado fuertemente ideologizado que sólo apuesta a la acumulación por desposesión, el Pacto Social es, sin duda, una iniciativa interesante pero limitada sin una movilización popular que respalde en las calles la agenda transformadora. Los actos del 17 y 18 de octubre mostraron, una vez más, la inmensa capacidad del pueblo argentino de salir a las calles.

Tanto de cara a las próximas elecciones como hacia el 2023, el gobierno tiene urgentes tareas. La primera de ellas es, ya lo han dicho la mayoría de los analistas, recobrar la capacidad de consumo creando empleo y controlando los precios. Pero, para lograr estos objetivos no son suficientes -aunque sí indispensables- la técnica económica o la capacidad de gestión.

Como señalara CFK en el encuentro con la militancia de La Cámpora, se torna urgente un retorno a la política que dé sustento a las iniciativas transformadoras. En tiempos de inestabilidad, solo la alianza con la sociedad civil permitirá al gobierno disputar el sentido común que transmiten los medios dominantes. En un momento en que el fracaso del macrismo sumado a la pandemia deja a la sociedad sin un horizonte predictivo -según la acertada expresión de García Linera[17]– es urgente construir proyectos políticos explícitos que propongan a la sociedad un horizonte de reconstrucción nacional con movilidad social.

Sin la repolitización de la sociedad le será difícil al gobierno afrontar algunas de las tareas urgentes que, incluso, van más allá de la recuperación del salario. Se destacan, en lo inmediato, la recuperación de la capacidad extractiva del Estado -capacidad de cobrar impuestos- y la negociación con el FMI.

En el primer caso, los Pandora Papers, ponen en evidencia la evasión impositiva de los grandes empresarios del país, proporcionando una excelente oportunidad para que el trabajo de fiscalización de la AFIP y la denuncia ante la sociedad de los evasores sean puestas en el centro de la discusión política. Este debate es central si se busca construir una nueva subjetividad que no agote el punitivismo en la persecución de los pequeños delincuentes y construya un sistema impositivo más progresivo.

En cuanto a la negociación con el FMI, no puede circunscribirse a establecer buenas relaciones con la directora del organismo. En un marco de postpandemia y dadas las irregularidades que acompañaron al mayor préstamo que otorgara el FMI en su historia, éste debe ser un tema de política doméstica y de discusión en foros internacionales. En esa lógica debería plantearse la participación en la CELAC cuya presidencia, posiblemente, asuma la Argentina el año próximo.

El retorno a la política implica también construir una agenda conjunta con los movimientos sociales que trascienda la asistencia para enfrentar temas como la economía popular, la seguridad, la participación propositiva en el gobierno, entre otros.

En resumen, que la recuperación económica se convierta en redistribución no será resultado de la buena administración sino de la política. En ese sentido, fue un error estratégico no aprovechar las nutridas marchas con ocasión del día de la Lealtad para plantear los lineamientos de un proyecto político de largo alcance y poner de manifiesto ante los sectores populares la voluntad transformadora del gobierno y su disposición a usar todos los resortes del Estado con ese fin. Sin voluntad de poder no hay transformación posible cuando enfrente hay una derecha radicalizada en la defensa de sus privilegios que, además, ha colonizado al Poder Judicial.

____
[1] https://www.ambito.com/economia/carne/confirmado-gobierno-renovo-fin-ano-el-acuerdo-el-precio-la-n5295114

[2] Feletti fue enfático en que no habrá margen para la especulación con los precios. Para ello incluso convocará a las organizaciones barriales y movimientos sociales. https://www.baenegocios.com/economia/Control-de-precios-Feletti-convocara-a-organizaciones-sociales-para-que-colaboren-en-el-monitoreo-20211012-0103.html

[3] https://www.infobae.com/politica/2021/10/15/roberto-feletti-amenaza-con-aplicar-la-ley-de-abastecimiento-de-1974/

[4] https://www.perfil.com/noticias/agro/la-afip-usara-satelites-para-controlar-las-actividades-del-campo.phtml

[5] https://www.pagina12.com.ar/374658-los-anuncios-que-prepara-el-gobierno-antes-de-la-veda  y https://www.perfil.com/noticias/politica/alberto-fernandez-encabezara-este-mediodia-el-cierre-del-coloquio-de-idea.phtml

[6] https://www.eldestapeweb.com/politica/elecciones-2021/la-principal-razon-de-la-catastrofe-electoral-fue-la-pandemia-20211039510 y https://www.ambito.com/economia/industria/uso-capacidad-trepo-al-644-y-anoto-mejor-agosto-2017-n5300718

[7] https://es.investing.com/currencies/usd-ars-historical-data

[8] Es cierto que, como incluso advirtió la titular del FMI el fenómeno inflacionario está golpeando con fuerza en América Latina. Pero nada justifica la aceleración de un mes para otro que se dio en la Argentina. https://www.ambito.com/economia/fmi/advirtio-la-inflacion-mundial-y-marco-las-tres-piedras-que-dificultan-la-recuperacion-economica-n5292584

[9] En alimentos, el 6% de firmas controlan el 85% del mercado. En bebidas, el 7% domina el 93% del mercado. En medicamentos, 11% de firmas controlan el 83% de las ventas. En cemento, el 4% controla el 71%. En insumos metalúrgicos, el 6% controla el 90% de las ventas. https://www.pagina12.com.ar/375273-precalentando-el-congelamiento

[10] https://www.pagina12.com.ar/374369-el-presidente-cara-a-cara-con-los-duenos

[11] https://www.perfil.com/noticias/politica/malestar-entre-los-empresarios-por-la-iniciativa-del-gobierno-de-congelar-los-precios.phtml

[12]  https://www.pagina12.com.ar/375230-ideas-fijas-multitudes-que-regresan

[13] https://ar.radiocut.fm/audiocut/editorial-roberto-1/

[14] https://www.baenegocios.com/politica/El-oficialismo-busca-cerrar-un-gran-acuerdo-con-la-oposicion-los-empresarios-y-los-trabajadores-20211017-0085.html

[15] https://www.lapoliticaonline.com.ar/nota/137121-larreta-coincide-con-massa-y-pide-un-acuerdo-con-el-gobierno/

[16] https://www.baenegocios.com/politica/El-oficialismo-busca-cerrar-un-gran-acuerdo-con-la-oposicion-l