“El endeudamiento ha estado en función de poder sostener la fuga”

Entrevista a Andrés Wainer, investigador del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO Argentina.
Publicada en El País Digital, 7 de marzo de 2021
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ENTREVISTA. La falta de dólares en Argentina no es nueva y se mantiene. EPD dialogó con Andrés Wainer, editor del nuevo libro “¿Por qué siempre faltan dólares?”, en el que, junto con otros autores, se investiga en profundidad el problema de la restricción externa.

En la Argentina, la persistente falta de dólares –y sus consecuencias en el devenir de la política económica y la vida cotidiana de las personas– tiene poco que ver con la lógica de la noticia efímera y mucho con complejos procesos que estructuran la economía del país y, sobre todo, la lista de ganadores y perdedores en cada momento histórico.

Este libro analiza en detalle cómo enfrentaron, resistieron o profundizaron la deuda externa y la fuga de capitales los gobiernos de los últimos años en el país. En la línea de Endeudar y fugar, el libro de Eduardo Basualdo que ya se convirtió en un pequeño clásico, los autores y autoras de estas páginas proponen un giro original al vincular la restricción externa al crecimiento, entendida como un hecho estructural, con la evolución de los salarios y el derrotero de sectores económicos concretos: la industria, el sector energético y el agro pampeano. Retratan en detalle, además, la nueva variante de la valorización financiera puesta en marcha durante el gobierno de Macri que, centrada en el endeudamiento del sector público, dejó al país en un virtual default financiero y social.

¿Por qué siempre faltan dólares? responde a esa pregunta con evidencias empíricas y perspectiva histórica: porque se priorizan los intereses del capital financiero internacional, porque se usa la deuda como motor del crecimiento sin hacer en paralelo los cambios estructurales que harían a la economía menos dependiente, porque los actores económicos más poderosos usan la fuga como forma de “salvar” ganancias de la inestabilidad del peso. Como demuestra este libro, la escasez de divisas no es una fatalidad y los modos de enfrentarla que buscan favorecer a ciertos sectores sociales y productivos tienen consecuencias de largo plazo sobre el resto de la sociedad.

EPD dialogó con el editor de este nuevo libro de Siglo XXI Editores, Andrés Wainer, en el que escriben Mariano Barrera, Leandro Bona, Daniela Calvo, Ana Laura Fernández, Mariana González y Pablo Manzanelli, para ahondar en la investigación y dilucidar finalmente por qué siempre faltan dólares en nuestro país.

La entrevista completa

EPD: ¿Cómo surgió la idea del libro?

AW: Nace a partir de un proyecto sobre la restricción externa que nosotros presentamos a la Agencia Nacional de Investigación Científica, A partir de ahí, éramos varios los que veníamos trabajando en este tema y decidimos armar un libro que abarque un período reciente que no está lo suficientemente estudiado, que es todo el siglo xx, pero principalmente el Gobierno de Macri, que no se estaba analizando en profundidad.

EPD: ¿Cuáles serían las diferencias entre la restricción externa tradicional (de los tiempos de la Industrialización Sustitutiva de Importaciones) y la restricción externa actual en un mundo globalizado?

AW: La principal diferencia tiene que ver con el movimiento de capitales, algo que era sumamente restringido en la etapa sustitutiva y que, con la globalización, con las aperturas de las economías y con la liberalización financiera se ha abierto completamente, y esto se traduce en la irrupción a veces masiva de capitales en determinadas economías y también su salida, que genera una mayor volatilidad e inestabilidad.

En el caso argentino, los elementos más importantes y distintivos de una etapa con la otra son el nivel y la dependencia del endeudamiento externo (que antes no existía en estos niveles) y la fuerte fuga de capitales, que se inicia con la última Dictadura Militar hasta la actualidad, que ha condicionado a todos los gobiernos y que se constituyó en el principal elemento que explica las actuales dificultades que tiene el país en el sector externo. Ya no solo pasa por un problema de que a veces la Argentina importa más de lo que exporta, como sucedía en determinados cuellos de botella en la etapa de Industrialización Sustitutiva (que tenía que ver con una industria que crecía y que demandaba importaciones, y que a veces las exportaciones agropecuarias no alcanzaban para cubrir), sino que eso se ha visto agravado porque hemos sufrido un proceso de desindustrialización, en la época de la dictadura y la década de los 90, principalmente, que se reeditó en los últimos cuatro años (Gobierno de Cambiemos), lo cual hace que la Argentina dependa aún más de las importaciones, porque no solo se importan insumos sino también bienes finales. Pero por otro lado tenemos el tema de la deuda externa y la fuga de capitales, que insumen una cantidad de divisas y de dólares impensada en otros tiempos, a través del pago de intereses de la deuda externa, y de la fuga de capitales, que es esta libertad que vienen teniendo los capitales para salir de la economía argentina.

EPD: ¿Por qué plantean que hay una relación entre la deuda y la fuga de capitales?

AW: Nosotros planteamos que hay una relación que se ve sistemáticamente, durante la Dictadura Militar, durante los 90 y durante el Gobierno de Macri:

Si uno mira las curvas del endeudamiento externo y de la fuga de capitales, corren paralelas, son casi idénticas.

¿Por qué hay una relación? ¿Cómo se financia esa fuga de capitales? Los sacan del país, en cuentas en el exterior o inversiones inmobiliarias en el exterior, o bien van debajo del colchón, pero tal es el sistema local que tal fuga ha sido mayormente financiada (en los tres períodos nombrados) con deuda externa, tanto de privados, pero sobre todo del Estado, que ha provisto los dólares para financiarla. Por eso hay una relación estrecha, que no se podría sostener. El endeudamiento ha estado en función de poder sostener la fuga.

EPD: ¿Creés que es un problema económico o cultural?

AW: Creo que obviamente hay factores culturales que inciden, pero es mayormente un problema económico. Sí es cierto que puede haber en los sectores medios mayor influencia de estos factores culturales (la idea del dólar como refugio), pero el grueso de la fuga tiene que ver con un problema económico, que se ha venido generando a partir del proceso de desindustrialización y desestructuración productiva de la Argentina desde la Dictadura Militar en adelante. Tiene que ver también con un proceso a nivel global, donde los “negocios” han pasado a estar regidos cada vez más en función del ciclo global de negocios, y esto se mide en dólares. Y, dada la sucesiva inestabilidad que ha mostrado la economía argentina a lo largo de su historia reciente, ha llevado en buena medida a preservar ya sea ingresos o ganancias en divisas.

Quizá la singularidad argentina es que el tema del dólar está muy instalado en el discurso en los sectores medios y en los medios de comunicación y no tanto en la calle. La economía se ha globalizado y se ha empezado a pensar más en monedas fuertes.

EPD: En el libro se plantea que no se llevan adelante los cambios estructurales que harían a la economía menos dependiente. ¿Cuáles serían esos cambios?

AW: Nos referimos a un cambio en la estructura productiva, que permita en el mediano y largo plazo desarrollar nuevos sectores, que sean competitivos a nivel internacional, que puedan proveer divisas o ahorrarlas porque sustituyan importaciones. Y, sobre todo, que generen empleo y oportunidades de inversión.

La contracara de la fuga es la no inversión. 

Lo que mayormente se fuga son ganancias de empresas que no se invierten en la economía real y se dolarizan para ser fugadas.

Creemos que una reindustrialización inteligente, en sectores en los que la Argentina tiene potencialidad y donde podría ser competitiva, podría disminuir la presión de la fuga, porque alentaría la inversión, y permitiría mejorar el saldo comercial.

EPD: ¿Eso tiene que ver también con un acuerdo entre el Estado y el sector empresario?

AW: Más que un acuerdo, yo diría una acción estatal que oriente fuertemente hacia determinados sectores, ya sea de manera directa, como puede ser a través de empresas públicas, o a través de incentivos para que la inversión se dirija a determinados sectores, pero incentivos que también contemplen penalidades si no se cumplen. No las metas. Lo que ha sucedido en la Argentina es que ha habido intentos de política industrial a partir de determinados subsidios, pero que en general se transformaban en meras transferencias de ingresos. Y cuando no se cumplían las metas no eran sancionados, como sucede en algunos países del Sudeste Asiático.

Apuntamos a una reindustrialización inteligente, que le permita romper con su supuesto destino manifiesto de granero del mundo.

EPD: ¿Cuál es la evaluación que hacés del Gobierno de Macri en relación con la restricción externa?

AW: La Argentina tenía un problema. A partir del 2011, empieza a perder reservas, porque empiezan a bajar los precios de las exportaciones, aumenta la fuga de capitales, se empieza a deteriorar la posición externa. Lo que hizo Macri frente a este cuadro, en lugar de intentar encontrar soluciones, lo agravó fuertemente a partir de la apertura de la economía y de la liberalización financiera, de por ejemplo eliminar todo tipo de restricciones a la adquisición de divisas y a la entrada y salida de capitales. Al facilitar todo el circuito de valorización financiera, lo que hizo fue agravar la volatilidad de la economía argentina, y generó que, ante cualquier señal de cambio, se produjera una crisis como se produjo los capitales reviertan su flujo y la Argentina termine donde terminó.

En 2017, la Argentina tuvo el récord de déficit de la cuenta corriente de balance de pagos. Es decir, buscó solucionar el problema tratando de traer inversiones especulativas, y con endeudamiento externo, que desplaza el problema, pero lo agrava.

EPD: ¿Y del Gobierno de Alberto?

AW: Es difícil de evaluar porque es una coyuntura totalmente inédita, en la cual, producto de la pandemia, se desplomó el comercio a nivel mundial. Asumió en un país con virtual default, sin financiamiento, y estamos esperando para ver cómo se resuelve. Desde el 2019 viene teniendo superávit comercial, que es más producto de la recesión y de la caída de las importaciones que de un proceso virtuoso de expansión de las exportaciones, de mejora de la competitividad de la producción interna.

Por lo tanto, no logró acumular reservas, y esto debería de alguna manera solucionarse para que pueda crecer.

Ese es el gran desafío que tiene el Gobierno por delante: cómo impulsar la actividad económica, sin que esto implique una mayor demanda de dólares y un nuevo freno a la reactivación económica.

EPD: El Gobierno va a investigar judicialmente el tema de la deuda, ¿qué opinión te merece?

AW: Me parece una iniciativa novedosa y que se tendría que haber tomado hace tiempo. Al menos, como una luz de alerta para que se piense dos veces antes de endeudar al país de semejante manera, que involucra no solo a la generación actual sino también a las futuras.

Es un camino que hay que explorar, avanzar, pero no es suficiente ni el único. Es un problema de política económica, que también implica qué sectores se ha buscado favorecer, no es solamente la impericia o el negociado del político que lo llevó adelante, sino qué modelo de sociedad se busca a través de favorecer este circuito de fuga de capitales.

Hay que avanzar hacia la discusión de esos modelos.

Es importante que en esta coyuntura se estén discutiendo estas cuestiones y las de fondo, porque cuando uno habla de restricción externa o de falta de dólares, parece que está hablando de variables económicas, y lo cierto es que hay actores, algunos que se benefician (grupos privilegiados) y otros que se perjudican (las mayorías).

En ese sentido, hay que poner eso en valor de manera de que quede en evidencia que se trata de modelos de país distintos que responden a distintos intereses sociales, y no hay que perder de vista eso.

No son problemas netamente técnicos, sino políticos que, para cambiarlos de raíz, es necesario construir la fuerza social y política.

FUENTE: El País Digital.
https://elpaisdigital.com.ar/contenido/andrs-wainer-el-endeudamiento-ha-estado-en-funcin-de-poder-sostener-la-fuga/30295