Encuentro de Universidades Latinoamericanas con El Papa Francisco

El pasado mes de septiembre se llevó a cabo en el Vaticano el encuentro “Organizando la esperanza” (20 y 21 de septiembre) promovido por la Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común (Ruc) y la Pontificia Comisión para América Latina. En el encuentro participaron más de 200 miembros de universidades latinoamericanas, entre ellos Ana Miranda, quien pudo contribuir con los saberes generados desde el Área Sociedad y Vida contemporánea de FLACSO Argentina, en relación a las problemáticas que enfrentan las juventudes en el mercado de trabajo.

En virtud de los diagnósticos elaborados por los y las representantes de las universidades de países latinoamericanos y frente a los desafíos que plantean las problemáticas asociadas al ambiente y la migración involuntaria, el Papa afirmó que “los descartados, los descastados, son hombres y mujeres, pueblos enteros que dejamos en el camino como basura”, y agregó que “hay un proceso de degradación ambiental, de condiciones de vida y valores que justifican esas condiciones de vida, porque van juntos”. Finalmente, aseguró que la “inequidad”, también “se hace evidente en la falta de acceso a los bienes básicos” en las poblaciones más vulnerables, entre ellas las mujeres, las poblaciones indígenas y racializadas, y las personas con capacidades diferentes.

El Papa Francisco remarcó la necesidad de ser creativos en la educación de los jóvenes, promoviendo una formación universitaria con valores humanistas. Enfatizó en la necesidad de apoyar a los y las estudiantes a “entrar en la política” como una “vocación noble”, capaz de organizar respuestas a los desafíos actuales que van desde cuestiones ambientales hasta la problemática de las migraciones.

Finalmente, siguiendo la línea de lo planteado en el encuentro Organizando la Esperanza, se publicó el pasado 4 de octubre la exhortación apostólica “Laudate Deum” en la que Francisco nos convoca a comprometernos frente a los efectos de la crisis ambiental, afirmando que “no estamos reaccionando lo suficiente, estamos cerca del punto de ruptura” frente a los fenómenos extremos cada vez más frecuentes e intensos.  El documento señala que “un ambiente sano también es producto de la interacción con el ambiente”, resaltando la sabiduría de culturas ancestrales de convivencia con los recursos naturales, llamando a la creación de una nueva cultura de la sustentabilidad en los hábitos personales, familiares y comunitarios, que alimente la preocupación de sectores políticos y de poder, en dirección al cuidado de nuestra casa común.