“Un escenario de posiciones cristalizadas”

Alberto Quevedo“Un escenario de posiciones cristalizadas”
Luis Alberto Quevedo, director de la FLACSO Argentina, reflexiona sobre el panorama político actual
Publicado el 26 de enero en diario Página 12
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 Un escenario de posiciones cristalizadas

Los analistas evalúan que la muerte del fiscal no tendría grandes consecuencias en la intención de voto, con definiciones ya consolidadas. Advierten que, aunque hubo intentos, ningún candidato de la oposición logró capitalizar el hecho.

Por Sebastián Abrevaya.

Mientras el caso judicial por la muerte del fiscal Alberto Nisman continúa su desarrollo con un final todavía incierto, comenzaron a traducirse las primeras consecuencias en el escenario político, justo en el inicio de un año electoral bisagra para la política nacional. Página/12 recurrió a politólogos, consultores y analistas para tratar de entender qué impacto podría tener este caso en la imagen de la presidenta Cristina Fernández, la interna del Frente para la Victoria y la suerte de los principales dirigentes opositores, como Sergio Massa y Mauricio Macri. Si bien hay coincidencias en que no se trata de un hecho positivo para el Gobierno, los consultados remarcaron que, de no producirse otro acontecimiento inesperado, podría no tener grandes consecuencias, ya que no es un tema decisorio a la hora de votar, que la polarización actual cristalizó en gran medida las preferencias del electorado y que, por más que algunos lo intentaron, desde la oposición no lograron hasta ahora capitalizar el hecho.

“El impacto electoral de este hecho existirá, sin dudas, pero todavía no puede predecirse. Esto ‘resetea’ la campaña, que se reanuda de manera distinta de lo que estaba ayer”, afirma María Esperanza Casullo, profesora de la Universidad Nacional de Río Negro. Si bien la doctora en Ciencia Política consideró que existirán consecuencias negativas para el Gobierno, agregó que no puede determinarse su alcance por dos factores. Por un lado, que las posiciones “K” y “anti K” están muy “cristalizadas” y se desconoce qué impacto tendrá y cuántos son los que no forman parte de esos dos conjuntos. Y por el otro, que la dispersión opositora, en la que se produce una competencia central entre Macri y Massa, opera a favor del oficialismo. Otro dato saliente que remarca Casullo es que, más allá de las diferencias internas preexistentes, se mantuvo inamovible la unidad del peronismo expresada en el duro documento emitido por el Consejo del PJ.

En sintonía, el politólogo Nicolás Tereschuk, editor del portal Artepolítica, repasa los motivos por los que se ha producido inestabilidad en los gobiernos latinoamericanos en los últimos 30 años: “Tiene que ver con situaciones que en general se suman: conflictividad económica –principalmente surgidas de ajustes de tipo neoliberal–, escándalos “de corrupción” que involucren personalmente al presidente, desafío por parte del Poder Legislativo, protestas callejeras”. En el caso actual, asegura que “los recursos que tiene por el momento Cristina bajo control le permiten neutralizar ese tipo de situaciones de inestabilidad o de extrema endeblez política”.

Tanto Tereschuk como Casullo coinciden en que la fragmentación es uno de los principales obstáculos para que una eventual caída en la imagen del FpV por este tema redunde en un traspaso de votos hacia la oposición. “Incluso dentro de esta situación de ‘crisis’ luego de la muerte de Nisman, los dirigentes opositores no han mostrado esa capacidad de liderar la situación y siguen detrás de los acontecimientos o de las imágenes de los medios”, completa el periodista y politólogo.

En la misma línea se expresa también el sociólogo Luis Alberto Quevedo, especialista en medios de comunicación: “A la oposición la veo muy perdida, no los veo como un actor. Tiene iniciativas muy perdidas, como Massa presentándose como querellante. Hacen seguidismo de los medios”, completa. En este contexto, y fiel a su estilo, dirigentes como Elisa Carrió vuelven a recuperar protagonismo en la agenda pública. Sin embargo, Quevedo la diferencia de actores como Massa y advierte que la diputada de la Coalición Cívica es hoy “como una outsider de la política”, que está “desenganchada” de un partido político y una “candidatura seria”.

Tomando una mirada más amplia del tema, Quevedo distingue tres componentes. El primero de índole política vinculado con la acusación de Nisman a la presidenta Cristina Fernández y al canciller Héctor Timerman, entre otros, por el presunto encubrimiento de la responsabilidad iraní en el atentado a la AMIA. Según Quevedo, este componente se desactiva rápidamente al ponerse en evidencia que “la denuncia es muy endeble”. El segundo es el de la muerte del fiscal, que “le pone un dramatismo desde lo humano que es tremendo”. Y por último, el componente del futuro y el presente de la causa AMIA propiamente, en la que todavía no se ha podido lograr ningún avance concreto, a 20 años del atentado. “El nudo Nisman va a ser desatado de distintas maneras. Dejándolo atado en el martirologio por parte de los medios concentrados, el Gobierno debería seguir a fondo con la endeblez del fiscal en su denuncia por encubrimiento y su tarea en la investigación de la causa AMIA”, completa Quevedo.

Para el titular de la consultora Equis, Artemio López, la principal consecuencia del caso hasta el momento es “el ruido de medios opositores sobre los sectores más dinámicos de la dirigencia política, que retrocede en su protagonismo tanto por fuera como por dentro del FpV y, contrario sensu, el impulso que asigna a los dirigentes más conservadores de la oposición y el oficialismo”. Para López, no se modifica el sistema de preferencias electorales por la muerte de Nisman. “Ni el atentado a la Embajada de Israel, ni a la AMIA, ni la voladura de Río Tercero hicieron retroceder electoralmente al menemismo. Más aún, recordemos que sólo ocho meses después del tremendo atentado a la AMIA –similar período resta para llegar a las elecciones de octubre– se realizan las elecciones nacionales, donde Menem obtiene el 49,7 por ciento de los votos, dos puntos porcentuales más que en 1989.” El encuestador, afín al gobierno nacional, concluye que “las chances electorales del FpV siguen intactas y las chances de triunfo en primera vuelta están a sólo 7 puntos del piso electoral oficialista”, ubicado alrededor del 33 por ciento de los votos.

Haciendo la salvedad del dinamismo propio de la política local, los distintos analistas relativizaron el impacto electoral del tema y en algún caso se animaron a afirmar que no se alterará la fuerza del oficialismo. Por lo pronto, la agenda política de un enero preelectoral se convirtió en fuente de inspiración para un gran guión de una serie político-policial.