Aprender y pensar la historia

En la actualidad, la comprensión de la historia es sin duda una necesidad urgente no sólo de la escuela, sino también de toda la ciudadanía. En momentos como los presentes, cuando se observa cómo las aceleradas transformaciones sociales y los conflictos internacionales están configurando nuevas identidades e incluso cuestionando los sistemas democráticos tradicionales, es preciso que todas estas cuestiones puedan ser comprendidas cabalmente por la mayoría de la población, lo cual no es posible si no se sitúa de manera adecuada a su dimensión histórica. En este sentido, la prestigiosa revista History and Theory señalaba en su extenso comentario de la versión inglesa de parte de este libro (J. F. Voss y M. Carretero, Learning and reasoning in history) que uno de sus méritos era «señalar el camino hacia los futuros debates acerca de los fines y métodos de la enseñanza de la historia, incluyendo en el mismo volumen análisis teóricos e investigación empírica acerca de cómo aprenden historia los estudiantes, situando como ejes de la discusión cuestiones como las siguientes: ¿qué es el conocimiento histórico? ¿cuánto de este conocimiento tienen los jóvenes y los adultos cuando comienzan a estudiar historia? ¿cómo pueden hacer los profesores para ayudar a sus alumnos a entender mejor estas cuestiones? ¿cómo los novatos adquieren gradualmente el conocimiento y los métodos históricos de los expertos?».