Diploma Superior en Gestión Educativa con opción a Especialización


Propuesta académica

Para que el hacer de una práctica produzca marcas en quienes transitan por ella se necesita contar con claves potentes de lectura de las nuevas condiciones que afectan a la educación y a cualquier otra práctica social. ¿Qué es un docente o un alumno en condiciones de alteración constante del entorno cotidiano? ¿En nombre de qué educar en tiempos de velocidad y evanescencia de futuros? ¿Qué hacer frente a situaciones inéditas que irrumpen en el escenario escolar?

Estas y otras preguntas son -efectivamente- preguntas de gestión. Sin embargo, nadie podría argumentar que hay un único camino exitoso para enfrentarlas. Por lo tanto, en palabras de Bernardo Blejmar “la inteligencia de una gestión se encuentra asociada a la capacidad de registro de su propia ignorancia”. No sabemos a ciencia cierta cómo hacer para evitar algunas situaciones o cómo hacer para asegurarles una dirección determinada y probablemente la pregunta eficaz no sea por la evitación (ya que en plena incertidumbre es imposible reconocer de qué nos tenemos que cuidar) ni por el formateo de los trayectos a seguir. Preferimos, entonces, pensar la gestión como un campo de experimentación y creación de escenarios plenos de posibilidades de aprendizaje social. Ensayo una formulación.

Un directivo, un docente, un agente educativo es aquel que logra activar las potencias inventivas que anidan en todos.

Gestionar una institución supone un saber, pero no un saber meramente técnico, sino un saber sobre la situación en la que se interviene. Lo interesante de una gestión se evalúa, entonces, por la capacidad de crear condiciones para extraer las máximas consecuencias de una situación. La gestión, entonces, se resume en la producción de condiciones de posibilidad. Diría que la clave o la puntada inicial radica en acertar con las preguntas, preguntas que serán interesantes siempre y cuando estén tocando alguna fibra sensible del entorno o grupo en el que nos movemos.

Estas preocupaciones generales organizan nuestro programa en tres módulos que hemos llamado:

Módulo I: Tiempos modernos, tiempos de mercado y escuela.
(O  la deriva de la escuela)

¿Qué queda de la escuela de los tiempos del estado nación? La caída de la operatoria disciplinaria y sus efectos en los habitantes “institucionales”. El pasaje de la sociedad  disciplinaria a la sociedad de control.
Dispositivos de regulación educativa en tiempos de mercado (aleatorios, simultáneos, volátiles). La escuela como territorio de investigación de la complejidad social El dilema de la transmisión en el marco de la fragilidad institucional. Operaciones de producción de experiencia educativa.
La inquietud de ser maestro.

Módulo II: Transformaciones culturales, subjetividad y educación.
(O el agotamiento pedagógico… ¿y después?)

Pasaje de la comunicación a la conexión ¿Qué hace a un intercambio educativo? Tensiones entre subjetividad pedagógica y mediática. El declive de las instituciones modernas (familia-escuela) y sus efectos en la transmisión educativa.
La escuela como nodo: sujeto pedagógico, navegante escolar y habitante.
La potencia de lo no escolar. Lo que el saber ignora… acerca de los posibles educativos.
Qué hace a un maestro.

Módulo III: La gestión educativa en tiempos alterados.
(O maestros errantes)

La escuela: entre la institución y el agenciamiento educativa. Perspectivas sobre la gestión. La irrupción de lo impensado, otros modos de habilitar la escuela. El aprendizaje como problema de gestión.
De qué se trata una intervención situacional.
Maestros ¿qué hacer?

El posgrado será aprobado con la presentación de trabajos parciales, un trabajo final y un coloquio virtual.